A continuación te sugerimos cinco pueblos hermosos a menos de dos horas de la Ciudad de México, para ir y volver el mismo día o aun pasar el fin de semana.

Amecameca

Amecameca, de clima frío y hermosas vistas, en el estado de México. Foto por Jeziret S. González

Vacacionar en la Ciudad de México es una gozada, además de que se come riquísimo. Por si fuera poco te quedan muy cerca los volcanes, que en días despejados es posible ver desde prácticamente cualquier parte. ¡Pero mucho mejor si vas hacia ellos, como Mahoma y la montaña! Sólo necesitas manejar una hora y pico, o tomar un autobús en la TAPO. Pueblos en México hay muchísimos, con volcanes bien pocos. Amecameca es uno de ellos. Desde el Centro puedes tomar un taxi que te llevará a Paso a Cortés, justo entre el Popo y el Izta ¡y a 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar! El antiguo convento dominico bien vale una visita, claro que sí, lo mismo que la Hacienda de Panoaya, que todos hemos visto en el billete de 200 pesos. Actualmente forma parte de un curioso parque con hotel y toda la cosa. Ojo: cada agosto en Amecameca se celebra una interesante Feria de la Nuez que te aconsejamos aprovechar.

El Oro

Parroquia de Guadalupe en El Oro, apacible pueblo mexiquense. Foto por Catedrales e Iglesias

Muchos pueblos preciosos en el Estado de México, uno de nuestros favoritos El Oro, de elegante arquitectura, ideal para una relajante excursión de fin de semana. Para el primerizo resulta toda una sorpresa, pues no espera encontrarse con construcciones así en un pueblo tan pequeño, por ejemplo el Palacio Municipal. Solía haber minas pujantes, de ahí el esplendor. Sugerimos recorrer el Museo de Minería y comer en la Presa Brockman. Por supuesto también conversar con los lugareños, que tal vez te cuenten historias fascinantes de sus antepasados, de cuando El Oro era un pueblo cosmopolita, de ingleses, chinos, libaneses, y funciones de postín en el Teatro Juárez. El tenor Caruso llegó a presentarse aquí, y se dice que don Porfirio asistía de vez en cuando. Un consejo: no dejes de echarte un vasito de chiva, un sabroso digestivo local.

Malinalco

Paisaje al pueblo de Malinalco. Foto por Eneas de Troya

Te estamos recomendando cinco pueblos que vale la pena visitar cerca de CDMX, pero si tuviéramos que escoger sólo uno sin duda sería Malinalco, a un par de horas en carretera si no hay tráfico (y para eso es una buena idea que salgas en jueves). En primer lugar nos encantan sus opciones de hospedaje, como la agradabilísima Casa Limón, de estupendo restaurante. Pero lo mejor es que tú mismo escojas el hotel que más te convenga en momondo. Por otra parte, se trata de un destino perfecto para descansar, a la vez que te permite asombrarte con sus viejísimos edificios, por ejemplo el convento agustino del siglo XVI o los templos prehispánicos del Cerro de los Ídolos, famosos más allá de nuestras fronteras. También el tianguis de los domingos es un atractivo fascinante en este Pueblo Mágico de excelente infraestructura turística. ¡Todavía se practica el trueque!

Real del Monte

Calle típica de Real del Monte, en Hidalgo. Foto por Fido

Perfecto para una escapada de ida y vuelta el mismo día, este antiguo real de minas de sabor inglés y clima frío ofrece historias muy interesantes, como que aquí se jugó el primer partido de futbol en México, o anécdotas acerca de las más de 140 minas que llegaron a funcionar aquí hace cosa de un siglo. Aún existe una vieja cantina en buen estado, además del Panteón Inglés, que encanta a los viajeros por su originalidad. Pero acaso el principal atractivo de Real del Monte sean los pastes, empanadas rellenas de carne molida, papa y cebolla, aunque también los hacen de otros ingredientes. Muy cerca quedan los prismas basálticos de Santa María Regla y la boscosa localidad de Mineral del Chico, con antecedentes en 1565. El Parque Nacional El Chico es idóneo para acampar.

Tepotzotlán

Arcos del Sitio, otro atractivo de Tepotzotlán, aparte del museo. Foto por Lin Mei

Uno de los pueblos más agradables en las cercanías de la Ciudad de México es Tepotzotlán, a pocos kilómetros de Cuautitlán, tanto por su paisaje serrano como por la oferta restaurantera en la plaza principal. Sin embargo, la estrella de este lugar es el Museo Nacional del Virreinato, alojado en los antiguos colegios jesuitas, de impactante arquitectura churrigueresca. Te puedes pasar las horas recorriéndolo, aprendiendo mucho… Y para terminar un buen mole en el restaurante del museo, que para nosotros es el más rico del pueblo. ¡Las pastorelas que organizan aquí son bien famosas! Pueblos cerca de la Ciudad de México hay muchos, en esta ocasión hemos querido proponerte cinco que vale mucho la pena visitar. Pero primero lo primero: planear hoy mismo un viaje a la CDMX a través de hallar el vuelo más barato en momondo. Veinte millones de capitalinos te esperan con los brazos abiertos.

Artículo escrito por Jorge Pedro Uribe Llamas

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