Irse de vacaciones puede (¡y debe!) ser un momento de desconexión de nuestra vida diaria. Es la oportunidad de descubrir, visitar y probar cosas nuevas, de hacer algo diferente y cambiar nuestra rutina… ¡es el momento ideal para relajarse!

Pero para muchos, el mero hecho de pensar en preparar un viaje puede provocarles el efecto contrario.

En momondo hemos preguntado a viajeros de 15 países* si se sienten estresados en conexión con las vacaciones y por qué, y casi el 30 por ciento de los encuestados ha respondido que sí. Los participantes confirman que diferentes aspectos de las vacaciones les provocan estrés.

Para ayudarte a solucionar esta tensión no deseada, hemos elaborado una lista con consejos para que dejes el estrés en casa. Relajación total, ¡antes, durante y después del viaje!

1. Haz los deberes

Marcando el mapa. © katerha

No todo el mundo es un planificador nato. Pero tomar decisiones clave con anticipación puede ahorrarte mucho tiempo… y también dinero en las vacaciones.

Muchos hoteles ofrecen descuentos si reservas con anticipación y, con información privilegiada, puedes comprar los vuelos más baratos.

Si echas un vistazo a las opiniones de los usuarios, podrás evitar sorpresas desagradables. Y si no quieres llevarte un susto con la reserva, comprueba las condiciones de cancelación.

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2. Sé un as haciendo la maleta

Equipaje hecho, listos para viajar. © Dave_B_

Sí, hacer la maleta puede ser un cruel castigo, si no sabes prepararla bien. Para evitar los errores más comunes, haz una lista, o echa un vistazo a la nuestra.

Y un consejo extra: si tienes miedo de que te pierdan la maleta y no recuerdes qué llevabas dentro, haz una foto del contenido, así siempre sabrás qué te falta.
Y ya de paso… haz una foto de la documentación del viaje, por si las moscas…

3. No vayas con prisas

Viajar con tranquilidad. © Nick Harris1

Ahórrate un disgusto y llega con tiempo al aeropuerto. Nunca sabes quién te puede tocar delante en la cola del control de seguridad.

Otra buena idea es evitar la hora pico y comprobar con anticipación si hay tráfico.

¿Te preocupa pasarte de kilos en tu equipaje? Compruébalo en casa. Para ello súbete a la báscula cargando la maleta y luego resta tu peso del total que marque la máquina.

4. Menos es más

Desconéctate con un libro. © jgoge

Has llegado a tu destino y está claro que quieres sacarle el máximo partido.

La regla número uno para unas vacaciones sin estrés es controlar las expectativas. No solo tienes que tener en cuenta qué quieres hacer, sino que además sea factible.

Resulta muy fácil caer en la trampa de querer verlo todo, visitar todos los museos y restaurantes de la lista. Pero ten en cuenta que conocer nuevos lugares también puede ser agotador. Sé realista con tu capacidad de aguante, dale prioridad a lo que quieres hacer y no olvides que los taxis existen.

Las vacaciones son un buen momento para hacer esas cosas para las que no tienes tiempo en tu día a día: leer un libro, darte un baño relajante o pasear tranquilamente al aire libre, por ejemplo.

Y recuerda que en vacaciones no siempre tienes que estar haciendo cosas. El mundo no se va a acabar por que no hagas nada de nada.

5. Desconecta

Sin dispositivos conectados. © Porto Bay Trade

Sabemos que desconectarte del trabajo puede resultar difícil, pero tu cabeza también necesita un descanso… ¡así que deja la oficina en casa!

Déjalo todo atado y, cuando planees tus vacaciones, calcula el tiempo que necesitarás para completar el trabajo. Avisa a tus compañeros y a tu jefe de cuándo te irás y acaba todas tus tareas a tiempo, antes de marcharte.

Si tienes que echar un ojo de vez en cuando, intenta planearlo y fíjate una hora. No des mucha información de tu disponibilidad (una respuesta automática general de “fuera de la oficina” disuadirá a los más pesados) y tranquilo, que seguro que el mundo sigue, aunque tú no estés.

6. Estar de acuerdo en discrepar

Tiempo de tranquilidad. © pedrosimoes7

Siempre hay algo que puede fastidiar las vacaciones: que los niños se pongan chiflados, que a un amigo le cueste mucho ponerse en marcha, que tu novio o novia te lleve a rastras a ver algo que no te interesa ver lo más mínimo… un simple desacuerdo puede desencadenar el estrés.

Pero lo mejor para evitarlo es aceptarlo. Descubre qué puede crear conflicto y negocía una forma pacífica de solucionarlo.

Ah, y otra cosa, aunque viajes con alguien más no significa que tengas que estar con esa persona a todas horas. ¿Por qué no te tomas la tarde libre? Seguro que luego tendrás muchas cosas que contar cuando se vuelvan a encontrar.

7. Vuelve a la rutina poco a poco

Hogar dulce hogar. © Pim Geerts

Aunque volver en el último vuelo del domingo por la noche e ir directamente a trabajar al día siguiente puede resultar tentador, volver con prisa a la “vida real” puede estresarte y acabar con ese descanso que has conseguido en tus vacaciones.

En realidad, a la larga puede venirte mejor tomar otro día para relajarte en casa, adaptarte y tener tiempo para deshacer la maleta, poner lavadoras y llenar el refrigerador ¡y también puedes aprovecharlo para pensar en lo bien que lo has pasado en el viaje!

8. Piensa en el futuro

Por último, la mejor manera y el único método probado y demostrado para superar la depresión post-vacacional… ¡es empezar a planear el siguiente viaje!

 

 

* Los datos se recogieron a través de una encuesta electrónica llevada a cabo en enero del 2015, donde se preguntaba al encuestado de 15 países acerca de sus hábitos a la hora de viajar. Los países participantes eran: Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, los Países Bajos, Italia, España, Portugal, Francia, Turquía, Rusia, Estados Unidos y China. De cada país respondieron al menos 1000 personas, con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, divididas por edad, género, y ubicación.