Te compartimos una selección de recomendaciones para comer bien y probar de todo en Guadalajara, ciudad que es mucho más que birote, tequila y mariachi.

El alcalde de los restaurantes tapatíos

Lugares para comer en Guadalajara hay muchos, y por lo general bastante buenos. Por eso creemos que se trata de un destino gastronómico ideal. Las calles huelen a comida y los propietarios suelen preocuparse por el aspecto y comodidad de sus establecimientos. Es el caso de Alcalde, para muchos el mejor restaurante de Guadalajara. Por su sencillez y apego a lo genuino; por el sonriente Francisco Ruano, chef de moda; porque a pesar de ser un sitio ambicioso, no peca de pretencioso. Puedes escoger un menú de degustación de cuatro o siete tiempos, según tu apetito. Te tratarán como un rey, sólo que a diferencia de los reyes tendrás que reservar con anticipación. El lechón al pipián y los postres encantan a todos, así como la tostada de pata con salsa de aguacate.

Las 9 Esquinas: una experiencia típica y tradicional

Si le preguntas a un tapatío dónde comer en Guadalajara, es probable que te recomiende el Anita Li, un clásico que no falla. Y el lugar es magnífico, por sabroso y original, pero a nosotros también nos gustan las experiencias típicas, tradicionales, como la que ofrece Birriería Las 9 Esquinas, un imperdible del barrio del mismo nombre, llamado así por el número de esquinas de su bella plaza. Aquí se viene a comer birria de chivo tatemada a fuego lento, siguiendo una receta antigua, acompañada de su consomé. También tienen barbacoa de borrego, huevos para desayunar y por supuesto jericallas, un postre tapatío, ideado en el Hospicio Cabañas a base de leche, huevos, vainilla, canela y azúcar. Pocas opciones más ricas que este lugarcito para comer en Guadalajara.

Desayunos y cenas

De los restaurantes en el Centro de Guadalajara, el Café Madoka es probablemente el de mayor sabor local. Sus enchiladas gratinadas y picosas no decepcionan a nadie, el café es fuerte y caliente, como debe ser, y las meseras te tratan con amor y buen ánimo. Dan ganas de quedarse aquí toda la mañana, observando a los parroquianos que leen el periódico o conversan entre sí. El Madoka es perfecto para iniciar tu día después de una noche de fiesta, y vaya que hay fiesta en la capital de Jalisco.

Otra posibilidad, si andas buscando dónde desayunar en Guadalajara, es Pal Real, lugar de moda en la colonia Arcos Vallarta: son obligatorios el lonche (torta, o más o menos) de pancita y las encacahuatadas, y desde luego el café: si en algún lugar saben de café en la capital jalisciense es en Pal Real (¡pregúntales por el cascarindo!). Ahora bien, si quieres encontrar dónde cenar en Guadalajara no debes perderte el restaurante del hermoso hotel Casa Fayette, donde cocinan con ingredientes locales y orgánicos. Es, además, un buen lugar para hospedarse. Si deseas ver más opciones de alojamiento, puedes hacerlo muy fácilmente en momondo.

Hueso: el más espectacular

Es importante recordar que Guadalajara es un destino eminentemente arquitectónico. Lo comprueban varias casas famosas, como la Clavigero, de Luis Barragán, que vale la pena recorrer. Muy cerca de ahí queda el restaurante Hueso, un taller gastronómico de primer nivel y espectacular decoración. Hay que reservar unos días antes y llegar con la mente abierta para sentarte en una mesa comunal en la que es imposible no sorprenderte con los menús que crea el imaginativo chef Alfonso Cadena. ¡Y los cocteles! Distintos medios especializados lo consideran uno de los mejores restaurantes de Guadalajara.

Infinitas opciones

Guadalajara es el alma de México, pero también su paladar. Son célebres sus tortas ahogadas, como las que te sirven en Karne Garibaldi, bien conocido por las carnes en su jugo y la velocidad en atenderte. Pero esta ciudad tiene infinitas opciones para comer, por ejemplo mariscos. El que más nos gusta para esto es Ponte Trucha, Negro, en el popular barrio de Santa Tere: es buenísimo para un viernes por la tarde, aunque hay que tener paciencia porque siempre está lleno (¡y por algo será!).

En La Trompada Caligari preparan los lonches más esmerados de la colonia Americana, y naturalmente no hay que dejar de visitar el Mercado San Juan de Dios , que en realidad se llama Libertad. Y ya que estamos en esto, no te puedes perder las cantinas La Fuente, para beber y botanear y La Mutualista, para bailar como los grandes. Además tienes que darte una vuelta por Tlaquepaque y Zapopan, junto con un montón de sitios más. Así que anímate para ir a Guadalajara y recupera esos kilos que te hacen ver tan atractivo.

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Artículo escrito por Jorge Pedro Uribe Llamas

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