Si estás buscando la ciudad perfecta para tomarte unos días, Lisboa no sólo es la segunda capital más antigua de Europa, solamente detrás de Atenas -, sino que también está idealmente localizada en la costa, una ubicación que te mantendrá cerca de las bellas aguas azules.

Ofreciendo cautivadoras vistas desde los espectaculares miradouros (miradores), la deliciosa cocina y una fascinante historia; estarás mimado por todas las posibilidades que tu visita ofrece. Sumérgete en la arquitectura gótica y la herencia marítima, mientras disfrutas del bello paisaje, los hospitalarios Alfacinhas y el sol que brilla casi todo el año sobre este remanso de colinas.

Llegada y transportarte

Lisboa está muy bien conectada por taxis, trenes, autobuses y tranvías, como aquí en la estación Gare do Oriente

Al volar al Aeropuerto Portela de Lisboa te encontrarás a sólo siete kilómetros del centro de la ciudad, así que tu desplazo será rápido y sencillo. Los viajeros en silla de ruedas o con otras necesidades de movilidad pueden elegir usar el servicio de asistencia especial, convenientemente ofrecido por el aeropuerto.

El servicio de asistencia MyWay puede organizarse al reservar tu vuelo, o hasta con 48 horas de anticipación, pero es mejor darle un margen amplio a tu notificación.

Por la cercanía del aeropuerto al centro de la ciudad, es posible que decidas tomar un taxi a tu alojamiento. El recorrido te tomará unos 15 minutos y los precios oscilan alrededor de los 15 euros, es una opción razonable para personas con poco tiempo o que necesitan un poco de ayuda adicional.

Al comparar a Lisboa con otras capitales europeas, el transporte es relativamente barato. Un boleto de autobús del aeropuerto al centro de la ciudad cuesta un poco menos de 2 euros, así que quienes viajan con un presupuesto reducido pueden ahorrar algunas monedas para usarlas en los mariscos y los pasteles de natas. ¿Confundido? Sólo sigue leyendo.

Los nuevos tranvías cuentan con buena accesibilidad para los viajeros con discapacidades

Los antiguos tranvías son un conocido ícono de la capital portuguesa, aunque recorren gran parte de la ciudad desafortunadamente no pueden accederse en silla de ruedas, lo que los hace complicados para personas con movilidad reducida.

Pero no te preocupes, lo que los nuevos tranvías pierden en el área de lo pintoresco, lo ganan en el departamento de accesibilidad, además pueden abordarse en la mayoría de las paradas, así que podrás ponerle una palomita a esa entrada de tu lista-por-hacer. Revisa de antemano que la parada que necesitas sea accesible.

El metro de Lisboa va al aeropuerto por la línea roja y es la opción que te ahorrará más tiempo y dinero. Además, la mayoría de las paradas de metro pueden accederse en silla de ruedas y su aspecto no debe subestimarse ya que están notablemente limpias. El metro corre en cuatro líneas y todas las estaciones, con sólo algunas excepciones, operan hasta la una de la mañana.

TIP: Si buscas ahorrar dinero, compra uno de los pases que combinan metro y autobuses por el número de días que visitarás la ciudad.

Alojamiento

El pintoresco barrio de Alfama ofrece un buen entorno para el alojamiento de tu elección

Lisboa ofrece muy buenos alojamientos para todo tipo de presupuestos, por ejemplo Independente Hostel & Suites – un hermoso hostal localizado en el distrito de Bairro Alto. Ahí uno está ubicado justo al lado del Miradouro de São Pedro de Alcantara, desde donde podrás disfrutar de vistas panóramicas de la ciudad, que van del Castillo de San Jorge al centro de Lisboa.

El hostal cuenta con un ascensor para viajeros en silla de ruedas y con movilidad reducida. Las camas comienzan en 12 euros (265 MXN) por noche.

Consejo: Elige un hostal u hotel cerca de la línea roja del metro, así contarás con una ruta sencilla de vuelta al aeropuerto.

Si prefieres algo un poco más elegante, considera quedarte en el hotel memmo Alfama. Este moderno hotel de 4 estrellas está ubicado en el pintoresco barrio de Alfama, cerca de la icónica parada de tranvía, ideal para hacer ese post obligatorio en tu Instagram.

Durante los meses más cálidos, el bar de vinos en su azotea así como su piscina te ofrecerán una fresca escapada de las quemantes calles. El hotel ofrece servicios para huéspedes con movilidad reducida, así todas tus necesidades estarán cubiertas. Antes de tu llegada asegúrate de informarle al personal sobre cualquier necesidad específica. Las habitaciones comienzan en un rango de entre los 120 y los 130 euros por noche.

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Recorridos y atracciones turísticas

Anteriormente una fortaleza morisca, el Castelo de São Jorge fue utilizado como el palacio real por el primer rey de Portugal

El mejor (y el peor) atributo de Lisboa es su topografía repleta de colinas. Darás con sobreacogedoras vistas desde los varios miradouros (miradores), pero tendrás que esforzarte por alcanzar cada una de ellas.

El Castillo de San Jorge fue primero una fortaleza en manos de los moros y después pasó a ser el palacio real usado por el primer rey de Portugal, Dom Afonso Henriques; este es uno de esos puntos que te ofrecen una panorámica incomparable de la ciudad.

Es necesario subir numerosos escalones para alcanzar las partes altas del castillo, sin embargo los usuarios de sillas de ruedas podrán disfrutas de las vistas en los niveles más bajos de la fortificación.

Los cañones y los sitios arqueológicos están localizados debajo, donde también se encuentra el café, el cual está convenientemente bajo la sombra. Se ofrecen servicios personalizados para personas con movilidad reducida, además los perros guía son bienvenidos.

El Monasterio Jerónimos estuvo habitado por monjes encomendados con la consigna de ofrecer consejo espiritual a los marineros

El Monasterio Jerónimos es un sueño hecho realidad para los aficionados de la arquitectura. El edificio exhibe un exterior gótico que evoca paralelismos con el edificio del parlamento de Budapest, sus elementos característicos son sus diseños marítimos y esculturas. Este sitio es uno de los Patrimonios de la Humanidad de la Unesco y antaño estuvo habitado por monjes que ofrecían consejo espiritual a los marineros.

Se puede entrar al monasterio mediante una rampa, sin embargo es necesario pasar por algunos escalones para entrar a la iglesia. El monasterio ofrece un tour táctil para las personas con discapacidades visuales, pero intenta notificarles con tiempo sobre tu visita. Hay un lavabo adecuado para personas con necesidades especiales, lo cual facilitará tu visita.

Comer y beber

Usa calzado cómodo en la Cervejaria Ramiro – puede que esperes un buen rato, pero valdrá la pena

¡A nadie se le exige que salga de paseo turístico con el estómago vacío! Para tu buena fortuna, Lisboa te tiene cubierto. Ubicada cerca del agua, Lisboa ofrece excelentes opciones para los amantes de la comida del mar. Con buenas razones el restaurante de mariscos Cervejaria Ramiro es popular entre los lugareños y los turistas; hay días en que la línea se sale de la entrada. Visítalo en las horas pico, tráete unos zapatos cómodos y espera. ¡Valdrá la pena!

Y aquí es donde se hacen alabanzas a los pasteles. El Pastéis de Belem produce los pásteles de natas más deliciosos que jamás has paladeado. La antigua receta se originó en el Monasterio Jerónimos y no se ha modificado desde los 1830s.

Frescamente horneados cada día, no dudes del amor y cariño con el que están hechos. Los característicos azulejos de azul oscuro y blanco adornan los interiores, así como los tubos que usan para quienes quieren los pasteles ‘para llevar’.

Consejo: La pastelería está cerca del Monasterio, así que visítalos antes o después, o mejor aún antes y después.

De fiesta

Si estás pensando en salir de noche, prueba el área de Cais do Sodré

Una vez que te hayas comido tu propio peso en mariscos y saciado tu sed de vino, sólo hay una opción válida: ¡irte de fiesta! Con una impresionante cantidad de lugares para escoger, es difícil saber por donde comenzar. Algunas argumentan que el área de Cais do Sodré logra opacar al popular Bairro Alto, ya que ha visto un renacimiento y se ha convertido en uno de los barrios más activos y de moda de la ciudad. Así que asegúrate de pasar por ahí.

Sin embargo, no te olvides de Bairro Alto, el cual es comparable con Nueva Orleans. Este barrio tiene espíritu y es una sólida primera opción, sus bares y música en vivo están listos para darte la bienvenida. Cuando estés ahí pasa por el Pavilhão Chinês, un pequeño y extravagante bar que solía ser una tienda de comida, ahora convertido en un museo de juguetes que también ofrece cócteles.

Si ya te había pasado por la cabeza irte de juerga con un montón de soldaditos de plomo, aquí es el lugar adecuado.

Si prefieres algo un poco más discreto, visita el fabuloso distrito de Baixa. Lleno de cafés y restaurantes, esta parte del centro de Lisboa es una de las más amigables para ser recorrida en silla de ruedas, y varias de las secciones del barrio son planas. Aquí se encuentra la renombrada Praca do Comercio, desde esta plaza puede verse el Arco da Rua Augusta, pero toma en cuenta que te encontrarás rodeado de muchos otros turistas.

¿Se te antojó una delicia horneada? Camina un poco más en dirección hacia la panadería Bread 4 You. Ellos ofrecen desayuno, comida y cena (hasta las 11pm), puedes quedarte en el centro de la ciudad hasta tarde y aún tener tiempo de volver a casa en metro.

Áreas circundantes

¿Necesitas refrescarte? A sólo 35 minutos fuera de Lisboa se encuentra el paraíso playero de Cascais

Con un clima mediterráneo y, durante el verano, temperaturas que oscilan la parte alta de los 20 grados, no es raro que se te antoje dejar la ciudad para ir a la playa. Si ese es tu parecer, Cascais es el lugar adecuado.

Este pueblo costero está a sólo 35 minutos de Lisboa y podrás ir en tren desde la estación Cais do Sodré. Una de las playas más agradables está en la línea costera de Praia de Carcavelos, y para ver el pueblo y sus playas en su mejor momento, es recomendable ir durante los días de la semana. Si agendas tu visita para el fin de semana, tú y el resto de Lisboa tendrán que competir por encontrar un trocito de playa.

Otra fabulosa locación, no retirada de la capital, es el pueblo de Sintra. Súbete a un tren en la estación Rossio en el distrito Baixa y 40 minutos después estarás en Sintra, una de las verdaderas joyas de Portugal.

Al igual que la capital, este pueblo está lleno de colinas, pero el proyecto The Welcome Better ofrece accesiblidad para varios de los puntos claves de Sintra, incluyendo el Castelo de Muoros, Sintra y los Palacios Pena. Ofrecen sillas de ruedas, lugares de estacionamiento para personas con discapacidades, lavabos adecuados e incluso una plataforma que puede llevarte hasta al castillo.

Consejo: Un acompañante puede entrar sin costos, pero es necesario mostrar una prueba de discapacidad.

Para quienes necesiten un guía, se puede reservar un tour planeado para sillas de ruedas con Adapted Tours Portugal. Ellos ofrecen un día de excursiones que cubren Sintra, Cascais y Estoril. Además pueden pasar a recogerte en tu alojamiento.

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